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viernes, 13 de marzo de 2015

INTELECTUAL Y TRANSFORMADOR



Una persona que ha sido capaz de transformar a miles de niños incluso al mundo entero solo con su batuta. A través de la música, llegando a ser uno de los referentes del S.XXI. Una persona sin límites para la educación, con libertad para crear y sin perder el entusiasmo de seguir aprendiendo.
Aquí os dejo unos párrafos que he escogido para que conozcáis un poco lo que es un docente intelectual y transformador. 
Un genio!!
Gracias!!
Una batuta para cambiar el mundo.
Gustavo Dudamel:
Él viene del sur. De una Venezuela comprometida con el arte como arma de desarrollo social desde hace más de 30 años. "La música, antes que nada, debe crear buenos ciudadanos. El sistema, en nuestro país, lo que forma son ciudadanos responsables con su comunidad", comenta Dudamel. Sus prioridades son claras. El sistema penetra en los lugares de mayor conflicto y peligro para sacar a los chavales de ese entorno. Barriadas donde reina el narcotráfico, el robo, la prostitución. Frente a la delincuencia y un futuro con muchas posibilidades de truncarse, les ofrecen un instrumento y una labor creativa en grupo. Eso supone un revulsivo para todo su entorno. La familia tiene de qué sentirse orgullosa. Antes que el infierno de la calle, prefieren el refugio de los núcleos. Los resultados son espectaculares: actualmente, 280.000 niños y jóvenes de extracción social baja se encuentran acogidos en él. "¿Qué hace la música en esos casos?", dice Dudamel. "El trabajo en grupo con la orquesta fomenta los valores comunes. Aprenden a escucharse entre sí, multiplican su sensibilidad. Se centran en la solidaridad, el humanismo, todo lo que hace que busquemos vías de escape al equilibrio social en un mundo caótico como es éste".
Así que Dudamel, ese fenómeno que vino del Trópico, no es caso aparte. El chico de los rizos revueltos, la sonrisa amplia y el gesto firme es el primero de una lista que sigue. Tiene gracia. Se convirtió en director porque en su día no pudo tocar la trompeta al tener unos brazos finos como fideos y ahora transita el camino de los dioses del podio. Parece traer toda una escuela detrás. Una escuela fresca y desprejuiciada. Una escuela que, como ha explicado Simon Rattle, está poblada de músicos "sin sentido de culpa", que si se equivocan lo vuelven a intentar hasta que sale. Una escuela plagada de energía y savia joven. Llamada a salvar la música clásica del anquilosamiento y el desapego de los públicos más jóvenes. Una escuela abarrotada de futuro.

 http://i.telegraph.co.uk/multimedia/archive/02242/dudamel_2242987b.jpg

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